viernes, 22 de febrero de 2008

Tras el poder, clubes de guerrerenses en EU que antes sólo querían estrechar lazos

MARCO ANTONIO MONGE AREVALO
El surgimiento de los Clubes de Oriundos Guerrerenses Radicados en Estados Unidos se debió a que los migrantes deseaban integrarse, reafirmar valores culturales, así como preservar su identidad; sin embargo, las organizaciones han dejando atrás estos principios para crear un poder político en Estados Unidos y en la entidad.
Su organización, desde el inicio, llegó desde el poder y esto se debió, principalmente, a la influencia social que tienen los migrantes en sus comunidades de origen. La influencia ha sido tal que cuando el entonces gobernador José Francisco Ruiz Massieu tuvo conocimiento que migrantes se organizaban, éste de inmediato asignó un representante de su gobierno en Chicago, cuya responsabilidad cayó en el ex priísta Bernardo Rosendo Ponce.
Esa atención era (en menor proporción) para mantener contacto con los ciudadanos radicados en el exterior, y en buena parte para ejercer influencia en sus familiares que se quedaban en el estado al momento de elegir a los gobernantes del PRI.
Bajo esta premisa es como el PRI crea el primer Comité de Apoyo a Compatriotas Residentes en el Extranjero (en Chicago), según documentos en poder de La Jornada Guerrero, que –de acuerdo con el acta expedida– se fundó en cumplimiento del programa de Acción del PRI, capítulo 7, Nueva Presencia Partidista en el Exterior; es decir el PRI-gobierno, desde el poder y subjetivamente, “organizó” y manejó a nuestros paisanos. De hecho el PRI editó un panfleto donde orientaba a los migrantes con respecto a sus derechos en el exterior.
La idea, bien mecanizada, era atraer votos a este partido. De allí las constantes visitas a los Estados Unidos de los ex gobernadores priístas José Francisco Ruiz Massieu, Ángel Aguirre Rivero y René Juárez Cisneros.
De izquierda a derecha, los entonces diputados federales Mario Moreno Arcos y Rubén Figueroa Smutny; el excandidato a gobernador, Héctor Astudillo Flores; el expresidente de la Federación de Guerrerenses Radicados en Chicago, Fabián Morales, en plena campaña electoral con paisanos en Chicago, Illinois. Foto Cortesía de Diego F. Giraldo Serna

No sólo el PRI
Esta estrategia no ha sido privativa del PRI. En la pasada elección a gobernador el interés fue más abierto y directo: los entonces candidatos a gobernador, Zeferino Torreblanca Galindo, por el PRD, y Héctor Astudillo Flores por el PRI, hicieron propaganda política al visitar las principales ciudades norteamericanas que aglomeran guerrerenses.

El ahora gobernador Zeferino Torreblanca Galindo, a su llegada al aeropuerto internacional O'Hare de Chicago, fue recibido por los paisanos con pancartas de apoyo a su candidatura. Tuvo reuniones de carácter político-electoral en la organización comunitaria mexicana Casa Aztlán de Chicago. Foto Cortesía de Diego F. Giraldo Serna

En Chicago, por ser el estado en donde mayoritariamente radican, los encuentros con los paisanos fueron organizados por la Federación de Guerrerenses, y Clubes Unidos del Medio Oeste; la primera en apoyo al priísta Astudillo Flores y el segundo interesado en el discurso de Torreblanca Galindo.
Pero no sólo los candidatos a gobernador han mostrado ese interés. Se tiene conocimiento que el entonces candidato a presidente municipal, en el municipio de San Marcos, Armando Bibiano García, hizo campaña política con la comunidad sanmarqueña radicada en Atlanta, Georgia.
Estas organizaciones tienen poder político y de movilización importante dentro de la comunidad guerrerense, y no sólo allá mantienen esa influencia; los dirigentes en Estados Unidos son vistos como líderes de opinión, como hace referencia el periódico Chicago Tribune a los clubes de esta entidad, cuando dice que se han convertido en dirigentes que tienen “influencia cada vez mayor en ambos países; han incrementado su poder político en Chicago, y buscan reformas (migratorias) mediante marchas”, su poder se ha extendido al grado de mantener relación con los gobernadores de Guerrero.
Aunque se mencione que estas organizaciones son apartidistas, el origen de éstas viene desde el poder político.

En búsqueda del poder
El caso más relevante, hasta el momento, en torno al poder político-económico que han acuñado los migrantes es el de Timoteo Manjarrez Medina, quien radicaba en Chicago y a su vez en Teloloapan. Fue impulsado por el PRD y actualmente es alcalde de este municipio.


Otro caso es el del presidente del Club de San Marqueños Radicados en Atlanta, Carlos Villanueva Cuevas, quien desea participar en la contienda por la alcaldía de San Marcos en la próxima elección.
La búsqueda del poder, por parte de los líderes migrantes, ha girado en muchas vertientes, y una de ellas es la que el año pasado se encargó de difundir el coordinador general de los Clubes Unidos Guerrerenses del Medio Oeste de Chicago, Erasmo Salgado (en el primer encuentro de Radicados en el Exterior, llevado a cabo en el Congreso local, y en el Seminario Nacional de Migración realizado en Acapulco) de que desean mantener sus derechos políticos; es decir, que puedan ser candidatos a cargos de elección popular, o que se genere la figura de un diputado “binacional” o migrante como lo ha hecho Zacatecas y Michoacán.